Me presento: soy Eva, y os doy las gracias por querer conocer este proyecto.

Os cuento algo sobre mí: Casi  siempre que puedo llevo mi cámara analógica encima, porque la fotografía forma parte de mi vida de una manera muy íntima. Me acompaña desde la adolescencia como una forma de observar el mundo, de estar presente, de guardar lo que me importa.

En 2016 empecé a trabajar de manera profesional en fotografía y vídeo de bodas. Desde entonces, colaboro con un pequeño equipo de personas con las que comparto una misma forma de mirar y de trabajar: con calma, con atención, con honestidad. Nos gusta contar historias reales, sin artificios, buscando siempre la esencia de cada pareja y de cada día.

Nos movemos entre Salamanca y Madrid, aunque estamos abiertas a desplazarnos allí donde haya una historia que merezca ser contada. También hacemos prebodas, postbodas o sesiones en familia, siempre desde un enfoque natural y cercano.